"En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts´ui Pen, opta -simultáneamente- por todas..."

domingo, 31 de octubre de 2010

Algo habrá hecho.

A la memoria de Néstor Kirchner.

Entre tantas emociones encontradas a lo largo de estos tres días de multitudinaria despedida a uno de los líderes argentinos más importantes de los últimos cincuenta años, me gustaría una vez más hacer hincapié en las palabras.
Ayer nomás, hace apenas nueve años, la gente salía a la calle con cacerolas y gritaba enardecida: “Que se vayan todos”. Si bien, como mujer política que fui toda mi vida, nunca estuve de acuerdo con esa consigna, entiendo hoy que su puesta en escena estuvo absolutamente justificada y justificada, incluso, en la clase media que, por primera vez, se veía claramente afectada en su bolsillo y que, también por primera vez, sentía en carne propia el despojo del que sólo habían sido víctimas hasta entonces, las clases bajas y los desclasados.
“Que se vayan todos”, entonces, fue el final de un camino que sólo podía conducir a la crisis económica, al corralito y al corralón. Era el camino del ajuste, de la rebaja en los sueldos de los jubilados, de un salario mínimo clavado en 200 o 250 pesos desde el año 1993.
Las palabras vueltas consignas servían entonces a los grandes grupos económicos que, junto a sus socios y voceros, los políticos, vieron el camino libre para seguir llenando sus arcas a costa de los despojados de siempre y los despojados de ahora: Cuanto menos creyéramos en la política, más fácil sería para ellos seguir manejando nuestras mentes y nuestros bolsillos.
Hoy, las consignas ya no son las mismas y cuando escucho a miles de jóvenes que agradecen a Néstor Kirchner la devolución de la confianza en la militancia política, gritando las viejas consignas como “hasta la victoria siempre” o “ni un paso atrás”, me digo que algo tiene que haber hecho este señor para que pasáramos en apenas nueve años del inoperante “que se vayan todos” al demandante “ni un paso atrás”.
Algo habrá hecho Néstor Kirchner y ese “algo” no es (no puede ser) un producto meramente discursivo.
Si bien hay que reconocer que fue Kirchner quien puso nuevamente en el centro del discurso político palabras como “pueblo”, “memoria”, “militancia” o “derechos humanos”, esas palabras que habían sido exiliadas por “trasnochadas” del discurso de los 90, me pregunto si, sin la confrontación real entre el poder político y el económico, hubiera sido posible instalar la discusión en la mesa del comedor, en los cumpleaños, en la escuela, en la universidad, en el trabajo y hasta en los medios. Me pregunto si no ha sido necesario, además, confrontar y en esta confrontación, mostrar, develar y revelar el poder económico oculto detrás de los grandes medios de comunicación, esa máquina de lavar cerebros que fue el monopolio mediático antes, durante y después de la dictadura militar.

Me pregunto si no fue necesario también desenmascarar a la Sociedad rural y a sus obsecuentes y humillados “socios” de la Federación agraria (a quienes por ese entonces se dio en llamar “el campo”) para darnos cuenta de que los buenos y campechanos gauchos son los que se han quedado con la torta sojera y con las ganancias de los pequeños y medianos productores después del tristemente famoso voto “no positivo”.
Me pregunto si no ha sido necesario, además, confrontar y en la confrontación mostrar, develar la mentira, la usura, el verdadero fondo del Fondo Monetario Internacional para que nos diéramos cuenta de que el crecimiento económico era posible sin su prestigiosa y desinteresada ayuda.
Algo habrá hecho, insisto, Néstor Kirchner porque muchos hemos comenzado a reparar en las palabras; a preguntarnos, por ejemplo, la diferencia entre “piquetero”, “ruralista” y “asambleísta”: Como todos cortaban las calles o las rutas o los puentes, no entendíamos muy bien si la diferencia era una cuestión de color, de origen geográfico, de clase social o de objeto a interrumpir con sus palos, tractores o camiones. No entendíamos por qué estaba mal visto que un “negrito” cortara una calle y muy bien visto que un “gauchito” cortara una ruta.
Tampoco podíamos entender muy claramente por qué se “presiona” a la Justicia cuando se le demanda la plena vigencia de una ley votada por el Congreso por amplia mayoría, pero no se la “presiona” cuando debe resolver los intereses de una empresa privada como Fibertel. Y en esa incomprensión fue que empezamos a cuestionar las palabras que nos relataban lo que llamábamos “realidad”.
Algo habrá hecho seguramente Néstor Kirchner para que entendíéramos (no sólo en la Academia, sino también en la calle) que la realidad era una construcción, un relato y que la “verdad” no estaba, como creímos toda la vida, en la televisión ni en los diarios (digo "como creímos toda la vida" con reservas y porque somos un pueblo con altas dosis de amnesia, porque ya sabíamos que no era así, porque habíamos vivido una guerra cuyo “triunfo” fue una “verdad” televisiva hasta que la realidad nos cayó encima como una piedra allá por 1982).
Algo habrá hecho Néstor Kirchner para que en su despedida, miles y miles de jóvenes, algunos llorando; otros, con la rabia por una muerte prematura, le gritaran a la presidenta, a su compañera de toda la vida: “Ni un paso atrás”.
“Ni un paso atrás”
es, sin lugar a dudas, una consigna que agradece el hecho de haber cambiado el rumbo que nos llevó al desastre del 2001, un camino que todos los que estuvimos en la Plaza queremos seguir transitando para ir por más, pero es también y por sobre todas las cosas, una demanda, un imperativo, una llamada a no bajar los brazos y a seguir resistiendo uno a uno los embates de quienes no quieren ceder un solo centavo de sus bolsillos llenos. “A muerte”, dijeron muchos en la capilla ardiente, tal vez un poco exageradamente. O no.
Algo habrá hecho Néstor Kirchner para pasar en sólo nueve años del “que se vayan todos” al “ni un paso atrás”.
Algo habrá hecho
Néstor Kirchner para que quienes desearon su muerte, hoy no sepan qué carajo hacer con tanto joven irrespetuoso.
Hasta la próxima y hasta la victoria siempre.
Sí, hasta la victoria siempre, ¿y qué?

19 comentarios:

La Buena Pipa dijo...

Creo que Felipe Pigna y Pergolini ya pueden ir guinando el próximo capítulo de "Algo habrán hecho por la Historia Argentina".
Yo, que jamás milité en nada, que como "Sostiene Pereira", soy independiente, apolítica y catoliquita, me sentí profundamente conmovida por toda esa juventud y gente de todas las edades también, que lloraba como si fueran bebés de pecho porque se les había muerto el líder, el jefe, el dueño de la pelota.
Creo que ahora es tiempo de pensar en todo lo que habrán de hacer con ese legado.
"Algo habrá hecho" , sin dudas, porque sin estar de acuerdo con muchas cosas, pensar en las que sí acordamos me hizo llorar frente a esa mujer de luto con paraguas, lluvia y una bandera.
Muy bueno, Tía, muy bueno.
LBP

La Buena Pipa dijo...

Fe de erraas: "guinando" es "guionando"
LBP (con dedo roto que no puede escribir bien)

La Buena Pipa dijo...

Ahhhhhh! Feliz día, by the way.

LFyM dijo...

La historia le reservará una página dorada, no solo en la Argentina por haber levantado un país y devolverle la política al pueblo, sino también una página dorada en el mundo como el que comenzó una época de unión latinoamericana inédita.

Hasta la victoria siempre!

Anónimo dijo...

Guauuuuuu, profe, que cierto. 9 años no es nada en la historia y es cierto que cambió el panorama como si estuvieramos en otro país. Lo voy a pasar para que lo lean mis amigos que a veces son bastante tontos para ver la otra cara de las cosas
Calrísimo como siempre
Cristian

Anónimo dijo...

Me gustó mucho eso de marcar el pasaje desde "que se vayan todos" al "ni un paso atrás". Hace rato quería escribir que acaso el mejor legado de los años del Kircherismo será habernos sacado de la actitud "posmoderna" del "ya fue", del "es lo que hay", para devolvernos a la discusión, a la confrontación y al debate.
Sabés que ni Néstor ni Cristina son santos de mi devoción ni mucho menos, pero eso sí lo puedo destacar, aunque quizás no necesariamente atribuirselo a ellos.

Todo lo demás lo podemos seguir discutiendo pronto, acá estamos de acuerdo.

Saludos,

Juan.

Laura Esponda dijo...

Si algo sé, querida Nati, es que no sos ni independiente ni apolítica (catoliquita un poco sí, nadie es perfecta! jeje) Alguien que pone el cuerpo y el alma como vos cuando el tren de la injusticia le pasa encima a una amiga... no es ni independiente ni apolítica. Jamás me olvidaré de eso, jamás.
Qué bueno que hayas vuelto al ruedo de la escritura y sobre todo está bueno que existas en este mundo.

Lautaro, hijísimo: me saliste politizado... No sé cómo pudo pasar con estos padres que tenés (jaja)
Celebro también la inauguración de tu blog de cuentos. Siempre supe que terminarías siendo escritor!

Cristian: decile a tus amigos que prendan la luz! En estos días la realidad fue tan obvia que los televisores terminaron suicidándose! jaja!

Laura Esponda dijo...

Hola, Juan.
Hablando de política, al menos, te traigo una vez más a la charla. Es tan bueno acordar! Es tan bueno también disentir!
Gracias, Juan, por volver por acá.

razondelgusto dijo...

Pese a quien le pese, el mundo atraviesa una nueva era de movilidad permanente.
Arriba, abajo, izquierda, derecha.
La España, que ayer seducía a tantos argentinos desesperados, hoy tiene niveles de desempleo aterradores. La América de venas abiertas, desangrada en el pasado por tiranos, hoy está hermanada por gobiernos democráticos.Las mujeres,que eran sojuzgadas por el poder patriarcal hasta hace poco, hoy no sólo caminan al lado del hombre sino que hasta dos de ellas tienen la responsabilidad de la conducción de las dos naciones más grandes de América del Sur.
Sí, tenemos la inmensa suerte de estar viviendo tiempos de cambio... Solo aquellos que saben escuchar la respiración de la Historia pueden dejar su marca. Néstor Kirchner parece demostrarnos con su muerte que a veces surgen líderes "que no paran de nacer".
Un abrazo grande, Laura.

Anónimo dijo...

Estoy siempre acá, Laura. A veces sin tiempo para responder, pero leyendo siempre.
Hablamos pronto y ojalá no estemos de acuerdo la próxima vez.

juan

Manuela Fernández y Mayán dijo...

Excelente mamá!!!!!
Claramente algo habrá hecho Néstor para que tantas personas lo hayan despedido de esta manera tan calurosa (y no "maleducada" o alguna boludez así como dijo aquel "mejor periodista del año"); algo habrá hecho para que yo y tantos otros nos juntemos un sábado a la noche y charlemos de política con pasión y compromiso social.

Algo tiene que haber hecho para que entre sus defensores encontremos nombres como: José Pablo Feinmann, Fontova, Víctor heredia, Abuelas y madres de Plaza de Mayo... y tantos otros...
¿habrá hecho algo o estaremos todos equivocados?

hasta la Victoria siempre Néstor!

Pd.: Sabés que tu computadora tiene ciertos problemas con las letras, es por eso que hay algunos errores con las mayúsculas!

Laura Esponda dijo...

Totalmente de acuerdo, Lili, como dijo Correa: "No estamos viviendo una época de cambios, sino un cambio de época" Y yo creo que la diferencia está en todo lo que decís acá arriba.

Hija querida: Ahora que te vi discutir en la arena política, sinceramente no me gustaría estar del otro lado (jaja) ¡Esa es mi hija!
En cuanto a lo otro, tomo prestadas las palabras que emeygriega nos regala en su último post (http://emeygriega.wordpress.com/):
"La muerte es una realidad que no deja lugar a la mentira.
El repugnante dirigente demagogo y corrupto (por NK), que llamaba a la confrontación y al odio, sus rentados adherentes, sus negros obreros llevados en bondis por un chori, descerebrados y ruines, su tonta juventud que no entiende nada de nada, sus dulces acólitos no peronistas- nosotros- embaucados por una ilusión de progresía, las boludísimas Abuelas y Madres utilizadas políticamente, las muy maleables, los intelectuales de pacotilla entusiasmados porque no cazan un fulbo, los artistas que viven en una burbuja, los taxistas que escuchaban radio 10 y ahora hablan distinto, los asignados por hijo que fuman paco y juegan timba..." Y sigue enumerando a todos los boludos que estamos equivocados y que, como dice Lili, "le pese a quien le pese" estuvimos ahí para seguir haciendo historia.
Y una que yo sé hasta salió por la tele saltando como una desaforada en medio de la multitud.
Seguimos charlando.

lafrasca dijo...

Hola Lau,
Acabo de leer tu publicación justo después de escuchar a la presidente (no me gusta eso de presidenta...)
Todavía tengo lágrimas en los ojos, realmente me pegó lo que le pasó a Nestor y lo que esta viviendo Cristina.. si si no solo la presidente.. sino la mujer.. y lo que significa las dos cosas!!!
Creo que muy a pesar de los anti K, se demostró que hay mucha gente que esta de acuerdo con un líder como Nestor o su política.. que mucha gente estaba necesitando volver a discutir sobre política..
Que... muy a pesar de muchos... la gente no fue a la plaza por dinero ni por un segundo de FAMA como dice mi marido...
Fue gente... esa gente que realmente sintió la pérdida..
Tampoco vale la cuenta de.. cuanto fueron... 50.000 o 60.000 pero
si somos varios millones. Hay mucha gente que sintió la pérdida pero llegó a la plaza, como yo.
Como dice Naty, sin duda, a pesar de no estar de acuerdo en muchas cosas, pensar en las que acordamos me hizo llorar.
Siempre muy bueno Lau

Laura Huertas dijo...

Bueno Laura, totalmente de acuerdo, como casi siempre...y que bueno los chicos por acá. Quiero la dirección del nuevo blog de Lautaro y ya me voy a chusmearte insoportablemente viva!!!
Besos y hasta la prox...no!!
Hasta la victoria siempre!!!
Lali

geoffrey firmin dijo...

a mí me llama la atención como sin pulso y todo sigue rajando la careta de varios.
y quizás haya llegado el momento de hacerse la pregunta del poeta: "de qué lado de la mecha te encontrás"
del otro, tenemos un elogio cobarde de la mesura, un "hartazo del clima de confrontación", hartos están. ellos. gente que se pregunta por la falta de respeto a los desaparecidos por primera vez en su vida cuando se los compara con los goles del domingo y la (desafortunada) frase es repetida hasta el paroxismo por un grupo de asalariados del silencio.
me he peleado con amigos, sabés, y soy de la generación de los descerebrados de menem con la cabecita puesta en disneylandia. no estoy acostumbrado.
incluso con socialistas que me corrían con "de justicia social nada, justicia social discrecional" y cosas así. se acordaron de discutir política ahora. la "oposición responsable", bah.
pero qué lindo estar con los míos, eh. prefiero equivocarme acá que tener razón en otra parte.
¿y cómo vamos a hacer ahora para soltar el espiche de los jóvenes vacíos?

un abrazo

Anónimo dijo...

No tengo mucho que decirte y solés decirlo mejor.
Solo que lo que se ha hecho no puede ser incomprendido y mucho menos bajo la lupa siempre confortable de la mirada crítica.

Te abrazo y....esto recién comienza.

Laura Esponda dijo...

Tanita: creo que todos nos sentimos proyectados en lo que le pasó a la presidenta (a mí sí me gusta "presidenta") más allá de la pérdida política. Soy una de las que lloró a lo loco por esta muerte y jamás pensé que, después de tanta decepción menemista y aliancista, podría llorar así por un político.

Lali: todavía no tuve un minuto para leer tu último post pero prometo en estos días pasar por ahí. ¿Viste? De tal palo, tal astilla: los dos andan bloggeando! jaja! El de Lautaro es http://atravesdelruidodelmundo.blogspot.com y es un blog de cuentos cortos.

Mañana sigo, me muero de sueño!

Laura Esponda dijo...

Querido Pablo/ Godofredo/ Geoffrey: Si algo no sos ni fuiste nunca, a pesar de la época que te tocó transitar, es un descerebrado. Recuerdo tus análisis de poesía desaforados y poco "académicos" que eran verdaderas joyitas (aunque no para lo que pedía el IB) Llegaba a casa y los leía en voz alta muerta de la risa por tus maravillosas "incorrecciones" del tipo "esta basura romántica", etc, etc.
Me alegro que estés de este lado, del lado de los incorrectos, de los desobedientes y de los "irresponsables".

Mariana: "La lupa siempre confortable de la mirada crítica". Impecable. Qué comodidad la de representar eternamente al "enfant terrible" de la mirada social. ¿Sabés? Estoy harta de escuchar a esos intelectuales del ni o del so. Muchos me hacen acordar a la psicoanalista que personificaba Juana Molina: "Decimooosss...", y no decía un carajo.
Creo también, como vos decís, que esto recién empieza y que vamos por más: la minería, la reforma impositiva... y tanto más que falta por hacer.
Sí, claro que esto recién empieza.

¡Qué bueno charlar con todos ustedes!

Anahí Mazzitelli dijo...

Bueno, tarde pero seguro... y es seguro que en este caso no puedo menos que comprometer, aunque sea, una mínima partícula de mi tiempo, de mi voz pequeña, de mi sentir sincero, cuando de él se habla. Porque él se comprometió entero, completo e infinito, y lo hizo por mi y lo hizo por todos, él simplemente nos devolvió la esperanza!
Gracias Nestor!