"En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts´ui Pen, opta -simultáneamente- por todas..."

martes, 7 de febrero de 2012

La tana Ferro, la queja y una nueva sección en el blog

“Me encanta la gente que se queja, me cae bien. Para mí, abajo el optimismo, arriba la queja…”
La Tana Ferro

El personaje de la tana Ferro[1] como Sherlock Holmes, Frankenstein o  Moby Dick, estuvo destinado a ser mucho más famoso que su creador e, incluso, más famoso que la  película que le dio fama y popularidad desde el mismo instante de su gestación. Una pila de videos en Youtube, sus miles de seguidores en Facebook y la cantidad de referencias a sus frases que pueden encontrarse en la red y que ya son muletillas en la charla cotidiana, dan cuenta de un fenómeno particular como hacía rato no se daba en el cine argentino de los últimos tiempos. ¿Por qué un personaje como el de la tana Ferro, violento y adorable, antipático y genial, brutal y enternecedor, ha calado tan hondo en la sensiblidad de su público?       
Sin lugar a dudas, la impecable interpretación de Valeria Bertuccelli, de una naturalidad y una transparencia que pocas veces se encuentra en una comedia dramática livianita y sin mayores pretensiones como la de Taratuto, es uno de los motivos fundamentales del éxito del personaje. Pero también el guión, por momentos brillante, de Pablo Solarz es otra de las maravillitas que ha colaborado en esta cuestión. Basta recordar las mejores intervenciones de la tana para valorar la importancia del guión en el éxito del personaje.




Pero por sobre todas las cosas, la tana Ferro se ha convertido en lo que es  porque ha logrado de una manera fascinante y poco común la identificación de miles de mujeres que nos hemos visto reflejadas en sus reacciones no porque las expresemos a menudo o porque las hayamos expresado alguna vez, sino precisamente porque no nos hemos animado a expresarlas nunca o las hemos expresado con una culpa infinita en la convicción de estar lastimando “innecesariamente” al bobo o la boba que nos tocó en suerte en aquella ocasión. Es decir, la tana Ferro, al tiempo que se constituye en la bruja insoportable para los tantos maridos imbéciles y mediocres que andan por ahí, expresa también el deseo de muchas mujeres que, reprimidas o no, se vieron de pronto frente a un espejo que no sólo les daba la razón que nadie les había dado durante tanto tiempo sino que, además, las volvía gigantes.
Podrá discutirse después (no es ésa  la intención en este espacio), la visión patriarcal que brinda la película acerca de las causas del “mal carácter” de la tana Ferro. Parecería  que una mujer sólo puede reaccionar “violentamente” frente al orden instaurado si está “malatendida”, frustrada o encerrada todo el día en su casa… Pero el personaje va más allá del film y lo cierto es que ya nadie recuerda los supuestos motivos por los cuales la tana Ferro es así, sino que la tana Ferro es así: una mujer inteligente y transgresora que desobedece conscientemente el mandato social de mantener a toda costa la muy femenina “compostura” y  las bárbicas apariencias en un medio en el que la mediocridad y la superficialidad, cada vez más naturalizadas,  circulan avaladas por el siempre tan injustamente bien ponderado “sentido común”.
Con este breve homenaje, pues, a uno de los mejores personajes que ha dado el cine argentino en los últimos tiempos, no tengo otra intención que dar por inaugurada una nueva sección de este blog que llevará su nombre: “La tana Ferro” y que estará destinada a todo tipo de quejas: las comunes, las que sentimos a diario, las políticamente incorrectas, las que incomodan, las que nos hacen ver lo que no queremos ver, las que simplemente son justas, las que reclaman derechos cotidianos naturalizados e invisibilizados a fuerza de repetición y silencio ancestral… Todas las quejas serán bienvenidas para hacer de esta sección un espacio en el cual podamos encontrarnos con la tana Ferro que todos y todas llevamos dentro…
Espero estar a la altura de las circunstancias y llegar, aunque más no sea, a los escuálidos tobillos de esta tana enorme.
Hasta la próxima.  


 [1]  Un marido para mi mujer ( Juan Taratuto, Argentina, 2006)

8 comentarios:

latana dijo...

Ahora si que no me lo voy a perder...
La cantidad de quejas que tengo para enviar.. pero como soy un queso escribiendo voy a estar muy atenta a tus entradas!!!
Esta tana te saluda y espera con ansia tus próximas entradas!!!

Elsa dijo...

Es verdad lo que decis de la identificación. A veces me sale mi "tana ferro" cuando escucho a mucha "boba" que dice que se siente identificada, que ella es "tal cual". Mentira! La mayoría la admira, como decis, por su valentía de decir lo que no nos animamos
Me encanta esta sección!

Anónimo dijo...

Creo que no soy la única que está ansiosa porque publiques YA! una entrada en esta sección!!!

Dale, apurate!!!

Pd.: La Tana Ferro es un personaje maravilloso... pero a Laura Esponda la admiro más!

Te quiero, ma!

Manuela.

razondelgusto dijo...

Hola Laura!
La verdad es que no sabía que ese personaje de la Bertucelli había crecido tanto fuera de la ficción... mirá vos...
Con mi querida amiga Eri practicamos diariamente la indignación, ella impuso el "esto me indigna" o "estoy indignada"... que aplica con insuperable simpatía a las más disímiles injusticias cotidianas de la vida... Luego con la crisis, los españoles le robaron la expresión... ja, ja...
¡Suerte con la sección! No es mi fuerte, vos sabés que a mí no me gusta quejarme, soy una mujer muy estoica... pero mejor córranse cuando exploto... 50 por ciento de mi persona es tana... Schwab-Mariani!!! Qué mezcla, mamma mía!!!

Laura Esponda dijo...

Tanita: Igual podés contarme, aunque sea para darme ideas. Por ejemplo, Elsa ya me dio una: "Detesto a las bobas que se sienten iguales a la tana Ferro". Figurará como epígrafe en alguna de las entradas. jaja!
Gracias, hija, por tu ansiedad y tu amor. Vos y las brujas de tus amigas fueron las que me dijeron que la tana les hizo acordar a mí en toda la película. Al principio, me ofendí, pero ahora casi lo siento como un halago...
Hola, Lili! jaja! "Indignar" no es precisamente el verbo que usaría la tana Ferro... Pero vale! Manu tenía (me gustaría decir "tiene") un blog que se basaba en el concepto de "indignación" (una pequeña tanita Ferro)
Un abrazo a todas!

Carlos dijo...

Yo no me banco a las personas que apenas conoces y te preguntan por tua viejos, tus hermanos, tus primos y tus perritos ocmo si fueran viejos amigos o viejos conocidos! En ese moemnto a mi me sale mi tana ferro.

Anahi dijo...

Sabés que es lo que más detesto? Los que se empecinan en representarte cuando no te representan. No lo soporto! Como esos que en estos días, están pasando por el face y haciendo cadenas y cadenas de mails con esa famosa "carta de una maestra", que encima te ponen: "De lectura urgente", como si te fueras a morir subitamente si no la lees ya! Esos que están convencidos que te representan bien y lo peor es que te dejan para el carajo, viste?
Bueno, no lo puedo tolerar!
Un beso Lau y si la cadena no te llegó, te la mando por mail, porque si no la lees ya! te moris y si la lees, también!

Laura Esponda dijo...

jaja! Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! La recibí por mail pero no tuve la paciencia de leerla! Detesto las cadenas! Y la urgencia! jaja!
Un abrazo, Anahí!